Marielena en Español

Nuestra gran nación abrió sus puertas para que mi familia y yo pudiéramos participar en la grandeza de su libertad y principios constitucionales.Millones de inmigrantes y refugiados han encontrado en los Estados Unidos la oportunidad de mejorar sus vidas, bajo la protección de una Constitución establecida por los Padres de la Patria—quienes compartian una firme fe en Dios.No hay otro país como los Estados Unidos. Nunca lo habrá. Abraham Lincoln siguió el ejemplo de los Padres de la Patria que le precedieron— en la lucha por la independencia, por la unidad y la fuerza de este gran pueblo. Nosotros, como miembros de esta gran nación debemos hacer lo mismo. Pero hemos llegado al borde de un precipicio, como resultado de un gobierno que se expande y gasta más cada día, y de un ambiente que se acoge al socialismo y que rechaza la cultura pro-vida.Tenemos el poder y el deber bajo la Constitución de cambiar lo que está sucediendo en Washington, para detener la actual crisis fiscal que pone en peligro nuestra gran nación. Igualmente tenemos el poder y el deber bajo la Constitución de fomentar un ambiente pro-vida en Washington– porque la vida humana es lo más valioso que tenemos.Mediante su apoyo, presentaré ante el Senado de los Estados Unidos un fuerte mensaje económico– en el marco de un gobierno más pequeño que apoye el crecimiento del sector privado, la creación de empleos y menos impuestos– bajo reglas pro-vida y pro-familia, como base fundamental de todo plan económico.La Florida es un estado bendecido por Dios, no sólo por su belleza y recursos naturales. La Florida ha acogido a gente maravillosa de muchas partes de los Estados Unidos y de diversos países—cuya presencia fortalece y enriquece la economía y la cultura de nuestro estado.

Todos los floridianos merecemos vivir nuestro sueño, sin la amenaza de un gobierno federal que impone más impuestos, y viola nuestros sagrados derechos bajo la Constitución de los Estados Unidos. Necesitamos líderes en Washington con el valor de fortalecer y unir a nuestra gran nación, no sólo económicamente, sino moralmente. Es por eso que presento mi candidatura al Senado de los Estados Unidos.

Me comprometo a escuchar a los floridianos, y a representar y defender todo lo que es noble, todo lo que apoya y protege la vida humana, la libertad y la búsqueda de la felicidad en este gran estado de la Florida — y en nuestra gran nación.

Marielena Stuart